En primer lugar, se llevan a cabo una visitas de exploración (2 ó 3 sesiones), necesarias para comprender la problemática o motivaciones de la persona que consulta y los recursos de que dispone, con el fin de trazar un plan que puede consistir en iniciar un proceso psicoterapéutico en el caso de que parezca la mejor opción.

La psicoterapia promueve un proceso de aprendizaje complejo que genera cambio emocional y cognitivo. Paciente y terapeuta trabajan conjuntamente los motivos que desencadenan el malestar, así como los mecanismos necesarios para la adquisición de nuevos recursos. El objetivo es facilitar la vivencia del día a día, mejorando así el bienestar y la calidad de vida.

Este aprendizaje se realiza desde el respeto, la reflexión y la comprensión, en el marco experiencial que permite la relación terapéutica.